COMENTARIO DE ACVOT
La voluntad de un movimiento asociativo es fomentar y transmitir unos valores por los que merece la pena vivir y morir. Es otra manera de intentar, a través de ese medio, embestir la ignorancia, la maldad y el desconocimiento. Es, fundamentalmente, perseguir la función de concienciar a los iguales de lo que implica existir como ser humano regalado con la bondad de vivir en sociedad de manera organizada y sin hacer daño a los demás: eso es Justicia.
La ACVOT, que presido con orgullo y con honor, tiene esa vocación, y entregamos nuestros días a transmitir este mensaje en la esperanza de que nuestras futuras generaciones sabrán sortear los inconvenientes que, por su débil naturaleza, produce el ser humano.
Lo que está sucediendo en las últimas horas en Cataluña -al margen de interpretaciones sociológicas más negativas-, me resulta algo extraordinariamente satisfactorio, que es lo que quiero transmitir en estas líneas.
Ahora mismo aquí, en Cataluña, ha pasado de todo lo que se pueda imaginar contra la misión de salvaguardar el orden público y la paz social. Visto todo lo sucedido como consecuencia de actuaciones de radicales poco reflexivos y de dirigentes políticos más que torpes -no me quiero complicar-, me confirma en la convicción de que tenemos unas fuerzas policiales excepcionales, de las que me pregunto si nos las merecemos lo suficiente. Toda su entrega –que se desarrolla sin el abrigo de la dirección política catalana- nos permite descansar en la tranquilidad de que, gracias a su servicio, gozamos de una paz que no pagamos lo suficientemente bien.
¡Vivan los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado!
PARA ELLOS TODO NUESTRO RECONOCIMIENTO.
